22/11/07

Así son las cosas.-

Tomás Cantón es presidente, vitalicio, del país centroamericano Vitalicia. Es un país muy pequeño, 2.000.000 de habitantes son el motor de este lugar muy estratégico con definidas fronteras. El Océano Sin Fin, hacia el oeste y el Océano Con Fin, hacia el este. En el sur esta la impenetrable selva del Salvaje país Amazonia. Hacia el norte la Tecnocracia se hace presente con murallas muy altas (de acero) y frías, repletas de majestuosidad.
El perfecto Tomás, hasta hace poco tiempo atrás, estaba convencido que su destino o fortuna en el centro del poder de Vitalicio estaba ligado a su eficiencia y buena relación con los superiores de Tecnocracia. Hoy no esta seguro de esa hipótesis. Antes de los 16 años de edad sus metas eran más terrenales, en algún sentido. Su infancia y juventud las vivió intensamente en un Instituto internado de enseñanzas colosales. No había conocimiento en ciencias exactas e inexactas que el no absorbiera, por imposición y asimilación todo formaba. Ni padre, ni madre, solo un hueco que no dolía más que lo que puede sentirse al no ver a un buen amigo luego de un par de meses.
Un Día como cualquier otro, gris, pero con algunos tonos sepia, llego mucho color y sentido a su existencia. Unas personas llegaron un día, eran dos hombres y dos mujeres, que pertenecían a la cancillería de Tecnocracia. Le explicaron que por el buen desempeño que mostraba en sus estudios y pragmatismo en los ensayos y practicas, se había decidido que era buen momento para hacerlo participe del programa de entrenamiento Lideres del Mañana. Esa etapa duro hasta los 21 años, los cursos fueron excelentes y se destaco en todas las áreas. Los lideres estaban felices y Vitalicia vislumbraba a su nuevo presidente de cargo permanente. El que estaba en el cargo se acercaba rápidamente a su muerte ya que estaba fuertemente enfermo con síntomas desconocidos, a nadie le importaba eso, mas bien los habitantes necesitaban estabilidad y certidumbre.
El día llego y la ceremonia fue impecable. Asistieron miles de ciudadanos, los nuevos ministros (los anteriores tuvieron destinos inciertos) que eran los compañeros en Lideres del mañana, y los mismos cuatro cancilleres del vecino del norte.


Tomás tenía solo dos prioridades en su vida: 1° mantener a la población en tareas funcionales y dentro de los límites y 2° las relaciones con Tecnocracia son prioritarias.
Una vez asumido el poder las cosas empezaron a tener una dinámica diferente. Nunca dudó de sus propias capacidades y del buen desempeño, el cual brillo en todas las áreas académicas, pero algo empezó a surgir en sus pensamientos mas íntimos, un temor a la realidad que vive, que sabe es tangible, pero no fue lineal en su caso. Hay momentos difusos, pero voces en los sueños que le dan esa seguridad que nunca obtuvo en la propia historia le han mantenido enfocado, despierto, seguro y sobre todo confiado. Eso ya empezó a cambiar sobre todo un día en que decidió cambiar el protocolo presidencial, acción que le costo una inmediata llamada de "rutina" desde Tecnocracia. Salir del protocolo en este caso consistía según su gusto ir a la frontera con amazonia en un sector costero del mar Sin fin, allí pudo ver una ciudadela rodeada de altas torres y silos colosales que hacían una impecable tarea de recolección de minerales, todo gracias al especial cuidado que ponían los trabajadores. Todo el material, una vez desescoriado y refinado se cargaba en trenes de corta distancia que lo transportaban hacia el gigante puerto desde donde los barcos llevaban el invaluable recurso directamente al Norte. Curiosamente, el presidente observo que los barcos no estaban tripulados, solo máquinas y androides hacían las veces de marineros y estaba terminantemente prohibido, según las leyes de todos los navíos con bandera tecnocratica (todos), ser abordados por ningún vitalicio.


Esta imagen dejo una desconcertante impresión de lo bien que funcionaba este reloj social. El problema de una persona que se empieza a sentir perspicaz es que cada vez se siente mas conciente de su falta de sabiduría. Un presidente de Vitalicio debe saber, pero no encaja en ninguna manera querer saber. El quería saber más y pensó(error esencial para alguien tan simbólico y funcional) que en un país tan prodigioso como Vitalicio tendría que haber una contracara, el sistema penitenciario.

Cerca de la frontera Sur y rodeada de 800 km de desiertos en cualquier dirección. Inexpugnable y colosal, el paisaje contrastante y magnifico el edificio. Un baluarte en el medio de la nada, autosuficiente en alimentos y energía. Al acercarse, el presidente, en su medio de transporte volador, encontró una estructura compuesta de dos pirámides y en el centro un monolito, las pirámides componían separadas los sectores de progresos adaptativos, talleres, cocinas, laboratorios, destilerías y hospitales simples. El edificio central, con forma monolítica, negro en medio del amarillo desierto, rascando el cielo se destacaba más hermético, pero en ninguna ventana se podía observar rejas o sistemas de contención. En los alrededores un sector de recreación con dos piscinas olímpicas, quinchos y humos de comidas en plena preparación. En otra parte, parcelas agropecuarias e invernaderos para frutas y hortalizas. Por fin el sector de recepción. Una pista de aterrizaje, donde la nave presidencial atracó. Muchas flores, música de ambiente compuesta por ukuleles y suaves voces femeninas, alfombra roja que va directo a una puerta automática y dos guardias inmensos a cada lado con un león encadenado en la mano cada uno. Al entrar, se hicieron todos los honores y formalidades correspondientes por parte de la recepción compuesta por una pareja de jóvenes, apostados tras un mostrador. Era evidente la excitación que generaba en el lugar la visita, nunca antes vivida.
Al recorrer las pirámides descubrió que los hombres y las mujeres conviven juntos en todo sentido, tienen relaciones sexuales, comen solo gourmet, pueden tomar drogas en dosis indicadas por los doctores, los reclusos que quieran pasar una buena vida sin tener que trabajar lo podrán obtener con solo estirar su mano, pero el entretenimiento no contempla aparatos como televisión, computadoras o libros. Sustancias, imaginación y libertinaje están aceptados y es más que suficiente. Hay otro tipo de reclusos, los "trabajadores". Estos prefieren usar el tiempo libre -obligadamente todo- en producir lo que sea, muebles, cables, ropa, materiales, drogas, comida, insumos, etc. Como el nivel de aislamiento de la cárcel es muy alto no tienen a quien vender la producción por lo cual la utilizan en toda la dependencia generando un intercambio de agradecimientos interminables y buen clima con estos "trabajadores".
En las partes mas altas de las pirámides se encuentran unos reclusos muy diferentes, los "meditadores", quienes han transformado su lugar en algo muy parecido a un santuario blanco, inundado de luz, donde pasan todo el día en un estado de aparente trascendencia. Cuando el Presidente entro a sus habitaciones no se subordinaron al mas mínimo cambio y adoptaron la misma posición pasiva durante el breve lapso de la visita. El tour continuo por los jardines donde cualquier rey de las antiguas Persia o Babilonia sentirían envidia. Hermosos, fraguados con las mejores plantas y césped, árboles frutales y flores perfumadas, donde el único límite es el desierto intenso que todo lo abarca. Las piletas, son una fiesta, hay música, drogas y están todos desnudos. La gran mayoría son de los que disfrutan el presente. Los que quedan son unos "trabajadores" que se encargan de preparar tragos y sirven las comidas. Cuando la comitiva llega al gran edificio central negro un guardia dentro de una cabina junto a la puerta, informa que no esta permitido el ingreso a esa área para nadie con excepción del presidente. Tomás Cantón entra solo. Contrastando con lo oscuro de la inmensa fachada exterior, adentro el lugar es de dimensiones más normales, pasillos con luz blanca, intensa. El ascensor sólo marca cinco pisos, pero por fuera el edificio tiene una altura similar a 400 metros.
Primer piso. Al salir una voz poco natural explico que estaba en el sub-edificio Hospital mayor y centro de reacondicionamiento para adicciones y otros males, a continuación explico que para moverse dentro del hospital es necesario un permiso especial y que hay ascensores de uso interno. Al recorrer un par de pisos sintió unas nauseas fuertes que no se presentaban desde el curso medicinal que había hecho en el Instituto...esto acelero la visita. Encontró personas con heridas a causa de confusiones dentro de alucinaciones, mujeres en aborto(prohibición de procrear "los niños son molestos y te joden la vida"), también encontró algunas personas con heridas típicas de suicidio.
El piso 2, mostró algo muy diferente, o todo. Los colores vivos y mezclados, la música constante, las frutas y golosinas por todas partes. Fotos eróticas para todos los gustos. El estimulo aquí es mas fuerte. Uno de los supervisores del área, explica al presidente que todas estas personas estuvieron rebeldes a las posibilidades de los reclusos normales y tras un tiempo en el Piso 5 deciden readaptarse proceso que requiere como adaptación el paso por este piso Reingreso, porque todos los presos merecen una oportunidad. Tomás no entiende bien este piso, de alguna manera lo perturba y vuelve al ascensor principal.
Piso 3, Menores, este lugar es el destino que tienen todos los menores de 16 años, luego pasaran con los reclusos mayores. En este lugar, hablan con psicólogos que les explican que ya no encajan con la sociedad tradicional de Vitalicio y que a cambio les ofrecen vivir en este paraíso, por si todavía no están realmente atraídos por los desenfrenos y vicios de los mayores, un lavado de cerebro intensivo será el disuasivo perfecto.
Piso 4, este lugar explica un gran vacío que por suerte nadie reclamo en los anteriores espacios que visito, los Viejos. Llega un momento en que las funciones vitales de una recluso ya no son óptimas y su estética no contribuye a la armonía de un lugar para el placer. Aquí los viejos podrán tener una muerte medianamente digna con eutanasias aseguradas y cámaras selladas para los que eligen el difícil camino del sufrimiento, pero la opción siempre queda a voluntad.
Piso 5. Las luces del ascensor se apagan. Una voz familiar pronuncia su nombre. Se enciende una luz roja. "El piso 5 es un lugar restringido. Es la primera vez en la historia moderna y progresista de Vitalicio que un presidente antepone sus tareas diarias a visitar un pueblo alejado y un sistema penitenciario. Sin embargo todo esta dentro de sus derechos como poseedor de tal Cargo. Al salir, el ascensor le otorgara una pastilla electrónica que generara una amnesia exactamente analógica al tiempo que asista al piso 5". Sin más la luz volvió a su color pálido. No hubo tiempo de pensar. No hubo tiempo de entender que a un presidente no se le ordena ni impone, o... ¿si?

"Señor presidente esperamos que su estadía en el piso 5, sede de Los aislados sea lo mas corta y efímera posible. Le recomendamos no hablar con los Presos y mantenerse alejado de todos los materiales que manipulen. En caso de sentirse amenazado mental o física mente solo llame a un guardia y será socorrido de inmediato". La voz de este androide era más segura y completa que la de todos sus ministros juntos. No vio guardias ni personal humano. Grandes letreros digitales con leyendas como "el intelecto con causas perdidas es el plomo en la marea". Tras caminar un buen tramo llego a un sector con cinco puertas, tras estas, grandes habitáculos sin divisiones y una gran ventana con el tamaño total de la pared, por fuera barrotes de acero, dando la clara sensación de jaula, cosa vista por primera vez en todo el predio. En otra de las paredes, una pantalla gigante (segunda primera vez) donde se ve en vivo imágenes de los reclusos que están disfrutando de la vida. En otra pantalla, imágenes de lo que en apariencia es un pueblo perdido de Amazonia...mucha miseria, muy distinto a Vitalicio. Tomás decidió entrar en la habitación numero tres, la central, por las ventanas, por lo menos parecía el único dispuesto a hablar con alguien así fue que la puerta fue abierta por un androide. El aislado, con perfectos modales y un excelente dominio del idioma dio la bienvenida al presidente: "Me imagino que usted es el Sr. presidente de vitalicio, vi por la pantalla toda la comitiva que lo acompaña. De otra manera no me explicaría tal despliegue". El presidente asintió pero no tuvo tiempo de responder. "¿Cual es el cambio en algo tan estático como el sistema de protocolos? Veinte años llevo en este sitio y nunca vino ninguno de ustedes. Debo decir que este encuentro se torna un tanto desconcertante".T. Cantón le pregunto que crimen había cometido para ser preso de una desventura tan grande a comparación del resto de los reclusos."Si usted no lo sabe, tampoco tiene por que saberlo. Por querer saber estoy aquí y por saber continuo aquí".En un intervalo, el preso se volteo a mirar hacia el magnifico ventanal, en tanto T. Cantón aprecio que pese a ser el lugar mas aislado, poseía, revistas, diario en fecha, computadora, discos, y columnas de libros de todo tipo."Mi nombre es Romeo Arzobispo. Mi nombre no importa, olvídelo. Mi cargo o ex-cargo era el de presidente de Amazonia."

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"Amazonia es un país gigantesco, hoy tiene alrededor de trescientos millones de habitantes...”

Luciano Ramos
2006

Levemente Delta

Pronto saldra el siguiente capitulo de La mansion de la deidad.